
A esta hora los hombres se derrumban
usan sus granos para volverse al viento
acomodan sus informas para asemejarse a la nada
Andamos como cualquier hombre mirando nuestra sombra, a ver si alla, en ese constante amuleto, alguien nos deja una señal. O miramos por la puerta esperando ver entrar a esa, que despues de acostarse con medio mundo se posa amablemente y hasta arrodillada, sin premoniciones a abrazarte, asi a abrazarte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario